AMN. – La ponzoñosa partidocracia azteca ostenta el monopolio del poder político y en rigor, esa chinche palabreja que llaman democracia no existe. Solamente existen los mentirosos populistas que lucran con el poder político y gobiernan exclusivamente para las grandes oligarquías políticas y del dinero, mientras que al pueblo pobre y del que en realidad emana el supremo poder político solamente lo usan como escenografía electoral y pagador de impuestos.
En México y el mundo hay sin duda, una crisis de ideologías y de falta de oficio político de esas lacras sociales que se llaman partidos políticos, a través de los cuales se deben organizar políticamente los pueblos. Los mentirosos, demagogos, populistas y simuladores políticos que militan en los partidos políticos no saben en este momento qué hacer porque en innumerables casos han sido rebasados por los pueblos.
En México, por ejemplo no existe en este momento ningún partido político que por si solo gane una elección y que rebase el 50% de la participación de los electores, incluso la sufren para lograr resultados pírricos que convierten a los gobernantes en deslegitimados de origen y tienen que aliarse con otras fuerzas políticas, que en su mayoría arrastran inconfesables casos de corrupción e impunidad por el abuso del poder.
Me llamo poderosamente la atención una entrevista que Ciro Gómez Leyva le hizo en Grupo Fórmula le hizo al senador michoacano Germán Martínez, que forma parte del grupo plural en la Cámara de Senadores y al cual Andrés Manuel López Obrador ha tachado en múltiples ocasiones, igual que a la senadora Lilly Téllez de “traidores” porque llegaron al poder con las siglas de Morena, pero entendieron que la fidelidad política no es para estar de lamebotas ni para estar comiendo sapos sin hacer gestos y con una sonrisa saber pedir más sapos porque tuvieron dignidad política.
German Martínez es sin duda, un mexicano culto que sabe de oficio político y tiene sensibilidad humana como pocos politicastros y por ello no pocos de sus seguidores y coterráneos lo han entusiasmado para que se postule como candidato presidencial ciudadano para el 2024, como lo consagra el artículo 41 de la Constitución, a través de algún partido político.
Pero, el claridoso legislador michoacano le ha advertido a la partidocracia que “si me postulan para reciclar los cacicazgos y la mugre, que no cuenten conmigo”.
Cuánta razón tiene don Germán Martínez. Cualquier mexicano que quiera entrarle por la libre, es decir sin el apoyo de alguna lacra social simplemente no va a entrar porque la partidocracia defiende rabiosamente el monopolio político que ostenta. Si algún ciudadano opta por una candidatura independiente la ley hecha por la partidocracia le exige que debe recabar el 3% de firmas que conforman el listado nominal de electores, más de 1 millón de firmas. Para ello, se requiere tener mucho dinero para organizar comités por todo el país para lograr esa proeza y disputarle el monopolio político a la partidocracia.
En el 2018, este átomo de la comunicación intentó postularse como candidato independiente para la silla presidencial pero cuando descubrí que los dueños del monopolio político son los partidos, decidí que lo mejor era ver los toros desde la barrera.
Por ello, el legislador purépecha sabe muy bien, que todo aquel individuo que no tenga agarraderas en los partidos que representan a las ponzoñosas oligarquías, nada tiene que hacer en el poder porque la partidocracia es la que juega con todas las canicas. No dejan pasar a ningún plebeyo que no tenga agarraderas en la partidocracia.
Urge en México una nueva cultura política en la que la partidocracia no tenga más el monopolio del poder. Esa nueva cultura política debe pasar primeramente por el ciudadano de a pie y sin partidos y del que debe emanar el supremo poder político.